viernes, 29 de julio de 2011

Los heroes se salen de su historia

perdon ahora si me tarde pero aqui lo tienen




Eran las vacaciones de diciembre planeábamos ir a la exposición de Palacio Nacional, “nunca hubiera imaginado lo que me pasaría ahí. Iba caminando por la zona de todos los papeles importantes de la Independencia de México, y como me interesó tanto me pare a ver detenidamente el acta de Independencia. Leí todo pero hasta el final del acta venían unas palabras que ni se entendían por suerte traía la lupa de mi abuelito, ya que en las tiendas no ve tan bien el precio de las cosas. Lo leí y lo leí y lo volví a leer y decía “desde que leas esto todo cambiara”, no entendí porque decía eso pero de repente algo extraño sucedió un rayo de luz salió del papel, me deslumbró tanto que me caí, me levante pensando que todo había sido mi imaginación, voltee a un lado y vi a cuatro hombres sonriéndome, me asuste y grite ¡¡¡¡Ahhhhhhhh!!!! Y me pregunte ¿de dónde pudieron haber salido? Los mire bien y sus rostros me parecieron conocidos. Dando chasquidos me volví a preguntar ¿dónde habré visto esas caras? Y pensé ¿serán? Serán los Héroes de la Independencia. ¡¡Nooo!!! No creo que se hayan salido de su historia. Pero si, eran ellos, los Héroes de la Independencia, tartamudeando les dije hola y ellos me respondieron con gusto: “que tal” y se presentaron uno por uno. El primero era Miguel Hidalgo y Costilla el segundo era Guadalupe Victoria el tercero era Agustín de Iturbide el cuarto y último era José María Morelos y Pavón . Todos ellos son Héroes muy reconocidos aunque algunos no hayan firmado el de Acta Independencia. Cerré los ojos y me los talle muy fuerte para reflexionar si no había sido mi imaginación. Y cuando abrí los ojos ya no había nadie en la sala. Y alcancé a ver por el balcón que cada uno iba en una dirección diferente, pensé que los tenía que detener no podrían estar solos en las calle es un México nuevo. No supe que hacer… los trate de seguir con mis ojos pero cada vez se fueron alejando y no pude ver hacia dónde se fueron todos. Pero el problema era que, cómo iba a encontrar a todos y a regresarlos a su historia. En ese momento casi explotaba de la desesperación, de no saber qué hacer. Pero claro, seguramente cada uno se iría a una parte que les llamara más la atención pero como iba saber yo, que les llamaría más la atención y para descifrarlo tendría que pensar que hacían antes o donde podría salir la imagen de cada uno porque son tan famosos y por el Bicentenario ahora salen por todas partes. Y me quede pensando un largo tiempo. Si hubiera sabido lo que cada uno estaba haciendo los hubiera encontrado más rápido. Por ejemplo, José María Morelos y Pavón caminó por las calles del centro, creo que llamaba mucho la atención con ese atuendo y de repente en una esquina se encontró con un puesto de periódico y le llamó la atención las fotos de las revistas. Cuando se acercó a verlas , el señor de al lado estaba comprando un periódico y no traía cambio y pago con un billete de 50 pesos. En eso Morelos volteó y vió el billete, se asombró ya que en el billete salía su rostro y lo miró fijamente, pensando en su mente se preguntó ¿Seré yo? y en ese momento su pregunta se respondió porque el vendedor le dijo al señor … - ya vió que en el nuevo billete de 50 pesos se resalta más la cara de José María Morelos y Pavón . Morelos no dejó ni contestar al señor y feliz gritó ¡¡¡Si soy!!!!! Mientras José María Morelos y Pavón gritaba con alegría Guadalupe Victoria llegaba al el edificio de la Secretaria de Educación Pública porque se asombró por los grandes murales del edificio. Y entró dentro del edificio y se topó con el directorio de todas las escuelas de México y comenzó a ver todos los nombres de las escuelas y cuando llegó a la “G” decía:
Guadalupe Victoria: Estado de México
Guadalupe Victoria: México D.F
Guadalupe Victoria: Guadalajara
Guadalupe Victoria: Monterrey
Guadalupe Victoria: Tepic
Guadalupe Victoria: Zacatecas
Guadalupe Victoria: Cancún
Guadalupe Victoria: Tapachula
¡Wooow! estaba sorprendido la lista nuuuunca se acababa, tenía como un millón de escuelas llamadas Guadalupe Victoria. Y el solo se preguntó ¿será a mí a quienes se están refiriendo? Y preguntó en la oficina, de qué Guadalupe Victoria estaban hablando y la señorita le respondió : El Guadalupe Victoria que está ahí fue el primer presidente de México y por esto llamamos así a las escuelas honrando a nuestro primer presidente. En ese momento salió Guadalupe Victoria de la oficina y se dijó a sí mismo: si fui yo el primer presidente de México y todas esas escuelas de esa manera me reconocen eso es una muy buena manera de honrarme. Entonces Guadalupe Victoria se fué del edificio con una cara de satisfacción, orgulloso del reconocimiento. Mientras tanto Agustín de Iturbide caminaba por la calle de moneda atónito de ver esos raros transportes ya que no veía lo caballos y decía ¿Dónde están los caballos no los veo en ningún carruaje? Y estaba tan indignado de no saber cómo se movían esos y fue a preguntar a un señor que estaba en el carruaje sin caballos y le dijo: Disculpe ¿cómo se mueven estos carruajes? No veo los caballos. El señor sorprendido de la pregunta que le había hecho y le dijo: ya han pasado muchos años que no usamos los carruajes y los caballos ahora usamos otras cosas como los coches eléctricos ya que es el 2010 es el año 200 de la Independencia de México. Iturbide se quedó impresionado de que las cosas ya se puedan mover sin los caballos, pero en fin, entonces Agustín de Iturbide siguió caminado feliz de descubrir algo nuevo. En ese momento, Miguel Hidalgo y Costilla caminaba por la exposición de Palacio Nacional porque le asombró mucho los objetos del museo, por lo que fue el único que no salió a la calle y mientras caminaba vio un letrero colgado que decía 200 AÑOS CUMPLIDOS DE LA INDEPENDENCIA ¡¡¡¡VIVA VIVA!!!!!! Se puso muy feliz de que su país finalmente se haya independizado de un gobierno extranjero y que ahora tuvieran su propio gobierno y siguió recorriendo el museo hasta que llegó a la sala de todas las banderas de México y comenzó a ver las banderas, al final de la sala había una vitrina y ahí estaba el estandarte que Miguel Hidalgo utilizó en la lucha. Se impresionó de que aún siguiera ahí si ya habia pasado más de 200 años. Estaba encantado con esa noticia y emocionada continúo admirando la exposición, salió al pasillo en donde se encuentran los retratos de los presidentes y siguió viendo las pinturas de los presidentes y justo cuando llegó al cuadro de Guadalupe Victoria me topé con él. Si emocionada de encontrarme con él porque sabía que él era el indicado para ayudarme a encontrar a los demás y le dije: Que bueno que te encontré, ayúdame por favor a buscar a los demás. Él, confundido de no saber de qué estaba yo hablando, le pedí que me acompañara y que le explicaría todo en el camino. En tanto caminábamos le expliqué todo y el entendió por qué necesitaba su ayuda, llegamos en donde estaban todos los huesos de los Héroes porque pensé que ahí podría estar alguno y comenzamos a recorrer la sala. Nos extrañamos por ver que no estaban los huesos de José María Morelos y Pavón, Guadalupe Victoria, Agustín de Iturbide y tampoco estaban los de él, Miguel Hidalgo y Costilla. En ese momento su cara se transformó y exclamó ¡!!Mis huesos¡¡¡¡ y ya no quisó hacer más preguntas. Siguió callado y pensativo mientras murmuraba: Quizá yo puedo tener la solución .Voltee mi cara observándolo y levantando mi ceja incrédula y me dije a mi misma, pues total él es el Padre de la Patria seguramente sabe lo que hace. Y dijo, “sé cómo llamarlos para que vengan hacia acá” y confié en él. Me explicó su manera de llamarlos me gustó, creí que podría funcionar. “Llegó el momento de llamarlos, vayamos”. Y nos dirigimos al balcón en donde el presidente da el grito, se asomó y preparó todo, yo a su lado emocionada de que esto funcionaria y comenzó a tocar la campana y gritó:”¡ VIVA MEXICO! ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!” A la gente, le atrajó mucho y comenzó a hacerse una multitud bajo el balcón presidencial y pensé le hace falta una frase, sabía cuál era, en ese momento me llegó a la mente y la grite: ¡VIVA LOS HEROES QUE NOS DIERON PATRIA! y entonces me di cuenta que entre la multitud estaban los Héroes y todos ellos estaban felices de que su trabajo y esfuerzo había valido la pena. De repente un viento enorme comenzó a soplar la bandera del Zócalo, se veía hermosa y se movía a todos lados pero con el viento empezó a volar mucho polvo y me alcanzó a entrar a los ojos, me los talle bien y cuando abrí los ojos no había nada, ni la gente, todo parecía estar igual, la bandera ondeaba suavemente mostrando su belleza en cada uno de sus colores. Fui corriendo a donde estaban todos los huesos de los Héroes y los huesos de cada uno estaban ahí como si nunca se hubieran movido. Me preguntaba si sólo había sido un sueño, pero… ¡no! Creo que los Héroes se salieron de su historia para ver lo que con su valentía habían logrado, que cada uno de nosotros nos sintamos ORGULLOSAMENTE MEXICANOS.